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Blog sobre aprendizaje, crecimiento…

Trabajar desde el interés: los romanos diciembre 3, 2011

Filed under: deriva personal,Educación Creadora,reflexion personal — seeducansolos @ 15:24

TENER INTERÉS
Las personas, tengan la edad que tengan, tienen intereses propios. Lo normal es que a una persona le interesen varias cosas a la vez, aunque hay gran variedad de posibilidades:

  • Hay a quien le interesa sobre todo una única cosa, y luego tiene otros intereses secundarios, cosas que le gustan pero que le importan un poco menos. Personas con muchos intereses, pero con uno que predomina por encima de los demás durante largo tiempo.
  • Hay a quien le interesan muchísimas cosas a la vez, y va picando un poco de cada una, como puede. Personas con muchos intereses, relacionados entre sí, o no, y trabaja en varios a la vez.
  • Hay personas que tienen un interés que predomina sobre los otros, y este interés va evolucionando, y le va llevando de una cosa a otra. Un interés principal, y prácticamente único, pero que va cambiando poco a poco con el paso del tiempo, se va trasformando.
  • Hay quien conserva un interés durante toda su vida, aunque luego trabaje también en otros que son los que van cambiando. Personas que conservan un único interés principal, y en cambio tiene intereses secundarios que van cambiando.
  • Y también existen todas las posibilidades intermedias de las anteriores.

A mi hijo mayor, de 5 años recién cumplidos, le interesan muchísimas cosas. En casa trabaja y juega con cosas muy diferentes, se entretiene con variadas actividades. Le gusta pintar, modelar, ir a los columpios, a la playa, al colegio, jugar con amigos, ir a cualquier parque, a los columpios, ir al pueblo o de picnic, jugar con los playmobil, con material matemático, con construcciones, ver películas, charlar, que le cuentes cuentos o cualquier otra cosa, trabajar la huerta, jugar con sus hermanos, ir de excursión, que le leas, leer él solo, ir a exposiciones, ir a casa de otras personas, estar con sus abuelas, cocinar, ir a comprar, recortar,…… Tiene muchos intereses.

Mi hijo es de esas personas a las que les interesan muchas cosas a la vez, pero trascurrido un tiempo largo, mirando hacia atrás podemos ver que hay un interés que le ha acompañado a lo largo de toda su vida: le gustan los romanos. Para poder ver un interés así, como el que voy a mostrar a continuación, se necesita tiempo, se necesita tener una cierta perspectiva para poder ver la relación entre ciertos elementos. En el día a día es difícil apreciar el trabajo y la evolución de un niño: parece que no hace nada, que pierden el tiempo, que solo juegan. Pero estando atentos, y habiendo una cierta distancia, un recorrido, se pueden ver conexiones entre distintas actividades, se puede analizar la relación entre las diferentes actividades, y se aprecian procesos largos.

Este interés por los romanos no sabemos cuándo comenzó. No nos acordamos. Pero sí sabemos de dónde viene, de donde procede: a su padre le encanta la historia.

Su padre es una persona normal, con sus intereses. Y esos intereses los comparte con las personas con las que convive. Es fácil que cualquiera que le conozca, haya tenido alguna conversación con él sobre historia. Y a los que vivimos con él nos ocurre lo mismo. Una película que ve, o un libro que lee…. si le gusta nos lo cuenta. Comparte sus intereses con los demás, no por enseñar nada a nadie, sino porque es lo normal, el que hables con la gente de tu alrededor de las cosas que te gustan, que te apasionan, en las que trabajas. Es así como las personas se influencian una a las otras.

A mí la historia no me gusta especialmente. Le escucho cuando me habla de la Edad Media y de cosas relacionadas con la historia, y me gusta que me cuente sus cosas, pero al momento lo olvido. Y ahí queda todo. Disfruto con ello, pero no me genera nada más.

Pero con Luis no ocurre eso, con él ha sido diferente: a él le ha enganchado. El interés de su padre se le ha contagiado. Pero no le ha enganchado la Edad Media, ni la prehistoria, ni la historia en general: a él lo que le ha apasionado han sido los romanos.
A continuación intentaré exponer a dónde le ha llevado este interés, y cómo lo ha trabajado.

DISFRAZ DE ROMANO:

No recordamos cómo empezó todo, no sabemos si leyendo libros, contando historias, con alguna película….. Pero una de las primeras cosas en las que trabajó Luis relacionada con los romanos fue en la construcción de un disfraz. Una tarde, ya casi de noche, llego a casa y me encuentro al padre y al hijo completamente emocionados: «¿A qué no sabes lo que hemos hecho hoy»? Habían construido un disfraz de romano. No sé por qué razón, el padre le había propuesto ¿»Qué te parece si hacemos un disfraz de romano?» y Luis abrió unos ojos como platos. Tenía unos 2 años. Y se pusieron a ello. Lo de menos es el disfraz, porque realmente el resultado no se parece en nada a la vestimenta de un romano. Lo que importa aquí es jugar a vestirse de romano, sentirse como un romano, no parecer un romano. Lo importante es uno mismo: el niño trabaja para sí mismo, no para que los demás le reconozcan como un romano. Es un juego de uno mismo, no es para los demás.
Lo hicieron con el material que había por casa: con unas camisetas viejas, se recortaron una capa. Con cartón hicieron una espada y un escudo. Y lo más difícil, el casco, también lo hicieron con camiseta, recortando los flecos, y pegando las piezas con cinta americana.


LIBROS


En casa tenemos muchos libros, muy variados. Y cuando nos dimos cuanta de que existía este interés por los romanos, empezamos a regalarle libros de romanos. Le regalamos libros muy a menudo, de este y de otros temas: porque sí, por su cumpleaños o por navidad, le caen libros. Tiene muchos. Pero no le compramos cualquier libro: tiene que reunir una serie de condiciones. No nos sobra el dinero, y los libros para niños pequeños desde nuestro punto de vista aportan muy poco. Procuramos comprarle libros que de verdad tengan información, que tengan contenido, que sean buenos. Libros serios. Con los años se ha juntado con una buena biblioteca, tiene libros muy variados: con mucho texto y poca ilustración, con muchas ilustraciones y poco texto…..


A él le gustan mucho, y los hojea a menudo él solo. Y también los vemos juntos, nos hace preguntas, y le leemos las partes que nos pide. Dentro de los libros que tiene, él tiene sus favoritos, los que maneja más que otros: tiene su criterio y los selecciona. Además si quiere mirar una cosa concreta, sabe en qué libro tiene que buscarla. Y también los relaciona entre sí, sabe que en este hablan de las armas, y en este también, que aquí hay dibujos de esto, y en aquel libro también aunque peor explicado….
Como a su padre le gusta más la historia que a mí, su padre sabe más cosas de romanos que yo, y a su padre le gusta más ver estos libros con él que a mí, así que los suelen leer ellos dos juntos. Charlan y charlan, los comparan, comentan, contrastan información, una y otra vez, una y otra vez…. Pero cuando no está su padre con él, se conforma con que esté yo. Y conmigo también charla y charla, me pregunta, me pide que le lea, pero sobre todo lo que hace es contarme, él a mí, las cosas que le llaman la atención, lo que le ha contado su padre o lo que han leído juntos. Me explica cantidad de cosas, de las que yo no tenía ni idea.


Y cuando viene alguna abuela a casa, hace lo mismo con ellas «¿Abuela, quieres que te enseñe un libro que tengo?» y se lo enseña mientras le explica todo lo que allí pone: «Mira, este es Augusto, y este César, como el vecino de abajo (que se llama César), y esto es Roma, y aquí luchaban gladiadores, y esto en un león que traían de África, y con esto se limpiaban el culo porque no tenían papel higiénico, y este es un legionario romano…..»
Cuando tratas a las personas de tu alrededor como personas, no como a gente pequeña que no sabe, o a gente mayor que sabe mucho, el interés se contagia y crece. De forma natural, sin intención de enseñar nada a nadie, hay aprendizaje por todas partes: Luis aprende de su libro y de su padre, yo aprendo del libro y de Luis, y las abuelas aprenden del libro y de su nieto. Pero para que esto tenga lugar en necesario tratar con personas, no con gente que es más o menos que tú.

 

ASTERIX Y OBELIX


Como le gustaban los romanos, nosotros pensamos en cosas relacionadas con romanos que le podrían interesar para acercárselas, para ofrecérselas. Hasta ahora, nos ha dicho que sí a todo lo que le hemos ofrecido, aunque luego, a la hora de trabajarlo, hay cosas que le han gustado y ha continuado con ellas, y hay actividades que no le han gustado y ha abandonado. Se las ofrecemos sin compromiso. Es su trabajo, luego es él el que toma las decisiones.
Un día le pusimos una película de Asterix y Obelix. Al  principio, cuando tenía unos dos años, no le gustaron nada, porque los romanos salen como perdedores: «Pero, ¿Qué romanos son estos? ¿Qué les pasa? ¿Son tontos?» decía el pobre. Cuando fue un poco mayor, ya con unos 4 años, ya le hicieron más gracia y veía las películas como otra cualquiera. Y ahora con 5, le gusta relacionar las cosas que sabe con lo que ve que hacen: la formación en tortuga, las armaduras, los dioses y edificios, la forma de organizar y construir los campamentos romanos…
En casa tenemos también los cómics, pero están escritos en inglés. Los hemos visto, y nos ha pedido que se los leamos, pero yo tengo un gran problema con el inglés. A él le hace gracia, ver que no entiendo nada, que casi no puedo leer aquello…. y la verdad es que le gusta que le lean en inglés. Esto nos ha llevado a acercarle otros cómics, ya en español, sobre romanos y sobre otros temas.


Un interés abarca muchos aspectos de la vida, está relacionando con otras muchas cosas. Si se trabaja este interés, va creciendo, te va llevando a intereses diferentes que no tienen porque estar relacionado a priori: en este caso, el interés por los romanos nos lleva al interés por el inglés, y por los cómics. El recorrido que se sigue al trabajar desde el interés, muchas veces, desde fuera, parece no tener ninguna lógica.

 

PELÍCULAS:
A Luis le encanta ver películas. Y su forma favorita de verlas es, por la noche, cuando sus hermanos ya se han dormido, se queda con su padre o conmigo solo. Es su momento de niño mayor, de tenernos en exclusiva, y lo disfruta mucho. Mientras ve películas así, habla muchísimo, de lo que ve, lo relaciona con lo que ya sabe, y hace muchas preguntas acerca de todo. Constantemente pide explicaciones que a nosotros nos encanta darle. Es una maravilla charlar con él así. Hemos visto películas muy variadas, para niños y para mayores. Hay muchas películas de romanos que están muy bien, a nosotros nos gusta Gladiator, la última legión, Arturo…
Muchos intereses están relacionados y se combinan: en este caso, si te gustan las películas, y te gustan los romanos, es fácil que te gusten las películas de romanos

 

SALIDAS:

Nosotros somos bastante caseros, aunque de vez en cuando claro que nos gusta salir, visitar sitios, hacer excursiones, ir de picnic. Y al conocer este interés, se nos ocurrieron un montón de sitios a donde podíamos llevar a Luis que igual le gustaban. Estas salidas se hicieron sin intención educativa: el objetivo de las mismas no era ir y aprender cosas de romanos, el objetivo era pasar un tiempo en familia, viendo cosas que podían resultarnos interesantes. Es como si te gusta la playa, que vas a la playa, no con intención de aprender, solo con intención de disfrutar.
Estas visitas comenzaron por casualidad:

DESFILE Y MERCADO:


Un día, como muchos otros salimos a dar un paseo. Solemos pasear por nuestra ciudad, casi siempre por la misma calle. Y por ahí íbamos cuando vimos a lo lejos, dos calles más allá, en un parque, adornos, ruido, música, tenderetes… Nos acercamos a ver qué era, y aquello estaba lleno de romanos. Varias veces al año, coincidiendo con alguna fiesta, en mi ciudad se hacen mercados artesanales con temáticas diferentes: mercado medieval, mercado marinero….mercado romano.


En años posteriores hemos vuelto a verlo, ya a propósito, no como esta primera vez. Nos gustan mucho. Además de los puestos, hay pequeñas exposiciones y exhibiciones. A lo largo de estos años hemos visto: cómo se pintan los frescos de las paredes, una exhibición de caza, cómo se hacen los ladrillos, armaduras, armas, cómo hacen las cazuelas…..
Tras esta visita casual del primer año, estábamos esperando a un semáforo para cruzar y salir del parque, cuando nos fijamos que casi no había tráfico, y había demasiada gente esperando en las aceras. Preguntamos y nos explicaron que poco después iba a haber un desfile. A los pocos minutos desfiló delante de nosotros toda una legión romana.
Cuando una persona tiene un interés, se lo encuentra por todas partes. Está más atento a ello, se fija en aquello que le gusta, y «casualmente» abundan situaciones en las que puede trabajarlo. En este caso fue exagerado, no es normal que te gusten los romanos y que al salir de casa te cruces con una legión romana, pero ocurre.
El desfile fue con motivo de una fiesta que se celebraba en un pueblo la semana siguiente: las guerras cántabras.

 

GUERRAS CÁNTABRAS:
Después de esta casualidad tan enorme, ya nos informamos sobre las actividades que había programadas, y a la semana siguiente le llevamos a las Guerras Cántabras. Es una fiesta que celebran en un pueblo cerca de dónde vivimos. Esta fiesta ha ido creciendo poco a poco con los años, y hoy en día todo el pueblo está implicado. Montan un campamento romano, un poblado cántabro, representan pequeñas escenas históricas, está el mercado romano, con sus exposiciones y exhibiciones….
Más información sobre esta fiesta en:
http://www.guerrascantabras.net/scripts/index.php

 

POBLADO CÁNTABRO:

En vista del éxito de las excursiones anteriores, fuimos de visita a un poblado cántabro. En la visita te enseñan el poblado, tienen huertos y algunos animales, las casitas…. Fuimos a este:

http://pobladocantabrodeargueso.blogspot.com/

Luis estuvo bastante aburrido toda la visita, y prestó poca atención a las explicaciones de las costumbres y modos de vida de los cántabros. Pero cuando la guía comenzó a hablar de la guerra con los romanos, y comentó cómo se construían las armas, abrió unos ojos como platos.

Su interés por los romanos le llevó a interesarse por los cántabros, pero cuando supo sobre ellos todo lo que necesitaba, perdió el interés para volver a su interés anterior. Esto, en este caso, fue así, pero podía haber sucedido de otra manera. Nunca puedes saber qué va a ocurrir: en todo momento es el niño el que decide, y al niño le guía su necesidad, su interés, su curiosidad.

JULIÓBRIGA:

También fuimos a ver el yacimiento romano de Julióbriga, donde además de las ruinas de una pequeña ciudad, hay una iglesia mucho posterior, y una reconstrucción de una domus, con su patio y sus habitaciones:

http://www.cantabriajoven.com/arte/index_juliobriga.html

Yo pensaba que esto le iba a gustar, ya que no deja de ser estar en una casa de romanos, pero me equivoqué, no le gustó nada. Pasó por allí sin pena ni gloria. En cambio, cuando terminamos la visita se interesó mucho por la iglesia, y al acercarnos tuvimos mucha suerte porque estaba el párroco por allí, y viéndonos interesados, nos la abrió y nos la enseñó por dentro.

Cuando a alguien le ofreces algo que responde a su interés, no se puede prever su reacción, ni lo que va a ocurrir. Al trabajar desde el interés se pierde por completo el control. Nunca puedes prever lo que va a ocurrir, lo que va a aprovechar de las situaciones, a dónde le va a llevar su interés.

 

CAMESA:

 

En mi comunidad hay otro yacimiento romano:

http://www.cantabriarural.com/detail.php?Elem_ID=745&AD_ID=4

En este se ven los cimientos de otro edificio, con sus habitaciones y sus baños. Posteriormente se construyó encima una iglesia y un cementerio medieval, por lo que se entremezclan los restos y las construcciones.

Pocos días antes de ir, le habíamos regalado un libro (de romanos) y estaba tan contento con él que le llevaba a todas partes debajo del brazo. Era para verlo, todo serio y formal con su libro debajo del brazo….

Esta visita yo pensé que no le iba a gustar, porque al fin y al cabo solo se ven ruinas…. Pero me equivoqué otra vez. Le gustó muchísimo.

Antes de pasar a ver las ruinas, hay una exposición y unos paneles informativos. Nos hizo leérselos todos, escuchaba atentamente, hacía preguntas, comentaba cosas, nos hablaba de su libro y de otros que dejó en casa…También tienen unas piedras enormes con inscripciones, que también nos pidió que se lo leyéramos. Al escuchar nos interrumpió con un grito: “¡Augusto! ¡Ese es el romano que estuvo en mi pueblo!”. La gente lo miraba alucinada.

La gente se sorprende de ver un niño tan pequeño que sabe tantas cosas sobre esto. Pero esto no es sorprendente: esto es normal. La mayoría de la gente, no sabemos, ni siquiera sospechamos, la enorme capacidad que tiene el ser humano.

Las ruinas le gustaron mucho. Ya acabando la visita, lo último que te enseñan es el cementerio. A una de las tumbas le faltaba la lápida y se veía un esqueleto. Le encantó, se quedó sorprendidísimo. Al volver a casa nos pidió jugar con Huesitos, un esqueleto de juguete que le trajeron los Reyes Magos, y con el que juegan a montarle y desmontarle.

Otra vez vemos como los intereses se relacionan de manera muy poco lógica, ¿quién podía imaginar que el interés por los romanos te lleva a tener interés por el inglés? ¿Y que el interés de los romanos te puede llevar a tener interés por el cuerpo humano?

Hay personas reacias a dejar que los niños trabajen desde su interés. Una de las razones que dan es que entonces solo trabajarían en aquello que les guste, y tendrían muchas lagunas y carencias. Esto es falso. En la vida, todo está relacionado. Un niño que trabaja en el mundo en el que vive (no aislado del mundo), rodeado de otras personas que trabajan y que también tienen sus intereses, no puede tener lagunas o carencias.

Para poder permitir que un trabajo así, desde el interés se desarrolle, es necesario:

–         Saber que se puede, haberlo visto antes, tener una formación

–         Tener confianza en el niño, saber que el niño puede aprender por sí mismo, verle como una persona completa, no como a un proyecto de persona

–         No esperar nada, no tener expectativas, no querer que aprendan nada determinado. No se puede tener una programación ni unos objetivos, porque entonces, aunque no te des cuenta, manipulas para intentar conseguirlos.

–         Colocarse detrás del niño, atento a lo que necesita. No adelantarse. Que el niño aprenda por sí mismo no quiere decir que lo haga solo: necesita saber que está acompañado, que está protegido.

–         Tener un entorno, tener un grupo, estar rodeado de otras personas que trabajan para sí mismas, tener influencias. Necesita estar con gente, diferente haciendo cosas diferentes.

 

CAVE CANEM:

Un día, leyendo un libro, llegamos hasta los mosaicos, qué eran, cómo se hacen….y su padre le propuso hacerse uno. Él quiso uno como este:

Hablamos de lo que significa y para qué se usa, y comenzó a construirlo: hizo el dibujo, le escribimos las palabras y lo pegamos en una cartulina. A los pocos días comenzó a pegar piedrecitas, pero se cansó y lo dejó. Aprendió un montó un de cosas nuevas, y llegó a la conclusión de que “los romanos tenían mucha paciencia”.

Su hermana vio esto: las piedrecitas, las letras… y ella nos pidió también hacerse uno: nos dijo que le escribiéramos en un cartón su nombre (le encanta verle escrito) y ella también se puso a pegar piedras. No había cumplido todavía los 3 años. Ella sí terminó el trabajo que se había propuesto, y cuando acabó, los dos hermanos discutieron qué iban a hacer con el trabajo. Al final lo pegaron en un palo, a modo de bandera o estandarte, y se pasaron toda la tarde desfilando con su bandera.

El no haber terminado el trabajo no le supone ningún problema: estaba contentísimo con su mosaico, y se lo contaba a todo el mundo: “Me he hecho un cave canem”. La gente le preguntaba qué era eso, y él daba explicaciones a todo aquel que quisiera escucharle.

El trabajo se lo pone él, y es para él. No es para los demás. Él toma las decisiones acerca de su trabajo, de dónde a dónde va, y hasta dónde llega.

 

PLAYMOBIL:

Mi hijo es un niño normal y corriente: no se pasa el día trabajando y estudiando tal y como los adultos entendemos el trabajo. Desordena, ensucia, se pelea con sus hermanos, a veces no hace caso de lo que le decimos,…y pasa mucho tiempo jugando.

Uno de sus juguetes favoritos son los playmobil. Tiene de muchos tipos: piratas, conductores, ciudadanos podernos, caballeros… y también tiene romanos. Pasa horas y horas jugando con ellos. Los coloca, los ordena, les reparte las armas, les hace casitas, los embarca, hace campamentos, se camuflan, luchan, conquistan territorios, los mezcla, los clasifica… Juega con los juguetes y con los conocimientos que tiene: organiza los campamentos de una determinada manera, no le da cualquier arma a cualquier romano, en las batallas los coloca como él sabe que luchaban…

 

SANDALIAS:

Me parece importante que haya más gente con la que se relacionen nuestros hijos, no solo con sus padres, que tengan más adultos de referencia que apoyen su aprendizaje. Tenemos lo gran suerte de contar con ello.

En el colegio de Luis hay personas que conocen este interés, y le ofrecen cosas. El año pasado, una madre del colegio al que vamos le enseñó unos clavos auténticos de sandalia romana. Esto nos llevó a fijarnos más y releer los libros para fijarnos en el calzado, diferentes calzados de diferentes romanos, el porqué hacen falta los clavos, las calzadas romanas….

 

JUEGO EN FACEBOOK:

En facebook hay un juego que consiste en construirse un pueblecillo romano. Yo jugué con él una temporada. Cuando me veía con ello, se acercaba y me preguntaba: “¿Qué tal tus romanos?” Charlábamos un poco de ello (cuánto tarda en construirse el circo, qué tal la última batalla, puedes con esos bárbaros…) y se volvía a hacer cualquier otra cosa.

 

LATÍN:

Al trabajar así, poco a poco se va encontrando palabras en latín, y le verdad es que ya tiene bastante vocabulario: cave canem, domus, pilum, scutum, lupus beli, amicus, gladius, centurio, legionarius, caesar, Roma, toga, Augustus…

 

CONCLUSIÓN:

Esto que he descrito aquí, no son un conjunto de actividades para trabajar un proyecto. Hay gente que sabe que los niños trabajan muchas cosas si las trabajan en torno a un tema, es decir, que se aprenden muchas cosas si se trabaja por proyectos. Pero esto no es un trabajo por proyectos.

Esto es lo contrario. En ningún momento nadie, ni siquiera el niño, se planteó hacer un proyecto sobre nada: los niños no trabajan por proyectos. Los niños trabajan. Solo después de un proceso largo se puede llegar a ver la conexión entre los diferentes trabajos, entre las diferentes actividades que hace un niño.

Este proceso ha tenido lugar porque el ambiente en el que vive Luis le permite desarrollar sus intereses. El mérito de todo esto lo tiene únicamente el niño. Ha trabajado a su ritmo según sus necesidades, sus capacidades y sus intereses, con respeto a su proceso. Y todo ha sido para él un juego. Estas son palabras que se utilizan a menudo para describir actividades que son en esencia todo lo contrario de lo que aquí he expuesto.

Aquí no hay programación, no hay enseñanza, no hay intención educativa, no hay nadie que se coloca delante del niño, no hay desconfianza en el niño ni en sus capacidades, no hay paternalismo, no hay motivación extrínseca. Aquí hay aprendizaje, hay educación, hay personas que acompañan al niño, hay crecimiento, hay confianza en los demás, hay influencias entre personas, hay motivación intrínseca, hay capacidad de trabajo.

 

3 Responses to “Trabajar desde el interés: los romanos”

  1. carolina Says:

    Me encantó esta entrada!!! precisamente en este momento me siento un poco asfixiada porque no veo un «orden» en las actividades de mi hijo, siento que a veces «desperdicia» el tiempo. Cómo te organizas? para que las cosas fluyan, es necesario un orden, asi sea el caos, pero saber que existe (en mi caso es asi), en fin. Me gustaria poder hablar contigo, mi correo es ….

  2. Hola, pues la organización es lo que peor llevamos en mi casa: en el día a día no ves nada, se pasa el tiempo y no hacemos nunca nada. Hacen mucho más de lo que parece, porque son como esponjas, se quedan con todo. Y no sabemos reconocer su «trabajo», muy pocas veces su ocupación nos parece productiva a los adultos. Pero sí que es verdad que hace falta una estructura, una organización mínima (a mí me hace falta para no volverles locos). Intento editar tu comentario para quitar tu mail, ¿vale? que me da cosa…

  3. mabel Says:

    Cómo he disfrutado leyendo esta entrada :-)…
    A mi hija mayor le encantan las hadas, es su pasión hace años, ha pedido para Reyes un libro escrito por ellas, pero vamos… que no lo encuentro, si se te ocurre algo o sabes dónde puede estar te lo agradecería no sabes cuánto, es que al tener 9 años lee toda la letra pequeña y ya sabes…
    Ahora mismo se está leyendo el tercer libro de la trilogía Fairy Oak, el segundo le ha leído en 3 días… son libros de más de 300 páginas y sin imágenes. Se acuesta tarde leyendo y se levanta temprano para leer, le encanta y a mi me encanta, lo que no me gusta tanto es que duerma tan poco jajaja.
    En casa como vosotros tenemos un montón de libros, imagino que también tenga que ver. A la pequeña también le gusta mucho, aunque su pasión es cuidar, pasa mucho tiempo cuidando, en casa de los muñecos, y en el colegio muchas veces de los pequeños, pero sin agobiarles, tiene mano para ellos, cuando va por la calle los pequeñines se quedan con ella… es curioso.
    Yo de niña a pesar del colegio cañero que tenía sentía curiosidad por el conocimiento, pasión. Recuerdo que miraba las fotos de la enciclopedia Monitor ¿la conoces?, me encanta pasar hojas y ver fotos de lugares, cosas, monumentos, cuadros… mi padre me reñía porque la tenía como oro en paño, y eso que él ni la olía…


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